Cuando aterrizas en el aeropuerto de Noi Bai, en Hanoi, en principio no notas muchas diferencias respecto a cualquier otro aeropuerto del mundo, pero en cuanto sales al exterior, la humedad y la cantidad de coches, camionetas…te demuestran que algo es diferente. Coges la carretera que te lleva en dirección al centro de la ciudad y conforme vas adentrándote en ella las motos se convierten en tu mejor compañera de viaje.
Una vez en Hanoi te das cuenta que efectivamente las motos no te van a abandonar ni un instante, por lo que o te acostumbras a ellas, o tienes que salir corriendo de esta ciudad. Pero si hay una segunda cosa que te llama la atención, es la vida en la calle. Un intenso y delicioso aroma a fogones se adueña de ti.
En Hanoi hay mucha cultura del compañerismo, de compartir mesas entre amigos y familiares y eso hace que el turista se sienta uno de ellos.
Cada uno de los pequeños bares cada día trabaja montando y desmontando el “tenderete”. Sacan sus mesas y sillas de plástico a la calle, y allí se sientan a comer y beber. Mesas y sillas de tamaño diminuto, más bien ideadas para niños, abarrotan las calles como Đinh Liệt o Hàng Bè.

No dejarás de leer por todos lados “Bia Hoi”, una palabra que no debes olvidar si quieres tomar una de las cervezas tradicionales y artesanales más baratas del mundo. Un buen vaso de cerveza fresquita y espumosa te estará esperando por menos de 30 céntimos de euro.
Y, ¿qué decir de la comida? “Pho” es una sopa de caldo de pollo con tallarines de arroz, ternera y hierbas aromáticas, muy típica para tomar a cualquier hora, aunque los vietnamitas suelen tomarla en el desayuno para coger fuerzas para todo el día; “Bun Bo Hue”, otra sopa tradicional, más picante, con fideos y cerdo o “Bun Rieu Cua”, una sopa de fideos con ternera en caldo picante de cangrejo; y sin olvidarnos de “Bun Cha”, cerdo a la barbacoa con fideos finos de arroz.
Si deseas un poco de más picante, ese no es problema, ya que puedes añadírselo a cualquiera de los platos con las salsas a base de chili fermentado, como sriracha, que puedes encontrar en todas las mesas.
Y lo mejor de esta deliciosa comida, ¡su precio! Se puede comer cualquiera de estos deliciosos platos por menos de 2 euros.
El dónde comerlo no es un problema, ya que en todas partes encontrarás comidas deliciosas, sopas caseras a la manera tradicional, y para encontrar sitio donde sentarte no tienes que esperar mucho porque, al ser un sitio callejero, tanto locales como turistas, van rápido a comer y continúan con sus tareas, así que la rotación de mesas y sillas es bastante rápida.
Si queréis algo más de información sobre bares que no perderse en Hanoi, podéis consultar:
Después de estos consejos, como se dice en Vietnam: “tốt cảm giác ngon miệng”, o lo que viene siendo, ¡buen provecho! 🙂