¿Y si nos vamos hoy a ver el museo de ciencias? Es lo que pensé aquella mañana durante mi estancia en Londres.
Me había despertado descansada. No hay mejor sensación que el estar de viaje, bien por trabajo o bien de vacaciones, pero aún más si puedes despertarte con la sensación de que bien has dormido. Y es que quizás el estar en casa de unos amigos ayudara con eso de “sentirme como en casa”. ¡Gracias, fuisteis y sois unos perfectos anfitriones!
Era el mes de julio, llovía, estaba el cielo gris, rondaba los diez grados… ¡vaya, qué sorpresa, ése era el Londres que tenía ganas de vivir! (Sí, modo ironía a tope).
Así que, lo dicho, me duché, me tomé un sándwich con tortilla incluida acompañado, como no, por un buen té inglés, y ya estaba lista para irme a conocer el museo de ciencias de Londres.
Ubicación
El museo de ciencias de Londres se sitúa en South Kensington y a él se puede llegar con metro, bajándote en la parada del mismo nombre, con las líneas de Circle, Picadilly y District, o bien bajándote en la parada de Gloucester Road. También puedes llegar hasta el museo en autobús con las líneas 14, 49, 70, 74, 345, 360, 414, 430, 9, 10, 52, 452 y C1. Así que con tantas opciones de transporte, ¡no hay excusas para no ir!
Horario y precio
El museo abre diariamente de 10:00 a 18:00, teniendo en cuenta que la última entrada es a las 17:15. Y las únicas fechas de cierre en todo el año son del 24 al 26 de diciembre.
Como curiosidad quiero deciros que los miércoles abren de 18:45 a 22:00, donde organizan eventos sólo para adultos.
Pero no sólo los adultos son su público, puesto que el museo de ciencias de Londres está también muy pensado para los más pequeños de la casa, por lo que, durante las vacaciones escolares de los niños, tiene un horario especial para que ellos puedan acudir a pasar allí todo el día, ¡qué lujo de vacaciones!
Lo mejor de todo… ¡la entrada es gratuita! Un donativo es más que bien recibido para el mantenimiento y conservación del museo, y es que hay mucha gente detrás trabajando para que todo esté en perfecto estado y para que puedas recibir la mayor, más clara y precisa información.
Aunque bien es cierto que la entrada es gratuita, suelen tener algunas actividades o exposiciones temporales por las que se debe pagar una entrada, así como también se ha de pagar para el servicio de taquillas y si te apetece tomar algo en la cafetería o el restaurante. Ni que decir tiene que, si te quieres comprar algún recuerdo al finalizar tu visita en la tienda del museo, por supuesto, ¡también tendrás que pagarlo! Pero es que hay cosas tan chulas y divertidas, que a veces nos merecemos un “caprichito”.
Exposición
Lo que puedes ver dentro del museo de ciencias de Londres es muy variado y amplio.
El museo se organiza en siete plantas y a lo largo de todas ellas puedes observar más de 300.000 objetos que conforman la colección de ciencia, tecnología, industria y medicina más completa del mundo. En ella también tiene cabida grandes áreas de conocimiento como la informática, los viajes espaciales, las telecomunicaciones, la agricultura, las matemáticas, la geofísica, etc.
En esta mayor colección del mundo se pueden encontrar coches, aviones, motores e infinidad de objetos que han marcado hitos en la historia de los inventos. Como objetos destacables podría mencionar la máquina de vapor de Newcome, la máquina calculadora de Babbage, el módulo de mando del Apollo X, la máquina de descifrar el código secreto utilizado por los alemas en la Segunda Guerra Mundial (Enigma), la reconstrucción de la molécula de ADN o un cohete bomba alemán. ¡Son tantos los objetos que me impactaron!
Tampoco podría dejar pasar por alto en los objetos tan impactantes que llamaron mi atención una máquina de hilar muy revolucionaria que se encontraba en la planta baja. Y es que en la misma planta también se hallaban cohetes y sondas espaciales, ¡todo un lujo para los que soñamos con el espacio!
Otra de las plantas está dedicada al ser humano, “Who am I?” (o lo que es lo mismo en español, “¿quién soy?”), qué es lo que hace que cada ser humano seamos únicos y diferentes. Aquí nos explican con una amplia serie de detalles y todos los conocimientos de la naturaleza, por qué el ser humano es la especie de más éxito en nuestro planeta y por qué somos diferentes unos de otros y a la vez tan iguales.
El museo de ciencias de Londres es un museo esencialmente práctico, donde sus visitantes pueden interactuar con los objetos, lo que lo lleva a ser un museo muy interactivo. Vamos, que el museo de ciencias de Londres no es el típico museo donde vas y no te enteras de nada, porque te aburres como una ostra y donde pasas todo el tiempo caminando y caminando y leyendo cartelitos.
A lo largo de sus salas se puede analizar el desarrollo del mundo de la informática desde sus inicios, así como la evolución de la medicina, el avance de los viajes espaciales y las mejoras producidas dentro del mundo de las telecomunicaciones. ¡Y es que han cambiado tantas cosas! Te sorprenderá el ver cómo se hacían o cómo eran antes ciertas cosas o quizás te sorprenderá más el hecho de saber lo que antes se pensaba de cómo eran las cosas, como cuando pensábamos que la tierra era plana, ¿quién duda ahora de la redondez del planeta Tierra? (bueno, hay gente que lo duda…)
Para mí, el museo de las ciencias de Londres es uno de los más grandes museos que se pueden visitar en la ciudad, ya que las horas se te pasarán volando por el entretenimiento y aporte de conocimiento que en él puedes encontrar. No es un museo sólo para educarte y aprender cosas nuevas sino que, ¡la diversión está más que asegurada! Y es que, sin lugar a dudas, durante aquellos días en Londres, este museo se convirtió en uno de mis favoritos. Y tú, ¿compartes mi museo favorito en Londres, o tienes algún otro museo favorito en la ciudad?