París es una ciudad que por muchas veces que la visites nunca dejarás de volverte a casa enamorado de ella: su arquitectura, su gastronomía, esa luz que la acompaña…
En mi última ruta cruzando Europa, hace unos meses, hice una parada en el camino para visitar el Museo de Orsay, el cual aún no conocía y, ¡menuda sorpresa más agradable me llevé!
El museo está ubicado en una antigua estación de trenes en el corazón de París, en una de las orillas del río Sena, frente al jardín de las Tuileries. El edificio fue construido para la Exposición Universal de 1.900, por lo que podemos decir que el edificio fue una de las primeras obras de la colección del museo, ya que allí se encuentra la mayor colección de piezas impresionistas del mundo (1.848-1.914).
El museo permanece abierto al público de martes a domingos en horario de 9.30 a 18.00 y los jueves hasta las 21:45. En cuanto al precio, por 12€ podréis acceder a todas las colecciones tanto permanentes como temporales, existiendo descuentos para estudiantes, última hora, incluso gratuidad de acceso los domingos, menores de edad, desempleados, etc. Puedes consultar la actualidad en su página web: http://www.musee-orsay.fr/es/visita/derechos-de-entrada/derechos-de-entrada.html
Aunque el periodo impresionista abarca diversas artes como la música, la literatura, la pintura, la escultura, la arquitectura e incluso la fotografía, el museo está prácticamente centrado en la pintura y la escultura con algunas pequeñas obras y maquetas y algo de fotografía, entre otros de Lewis Carroll.
Entre algunas de las obras que más llamaron mi atención, os dejo cinco de las que más me sorprendieron:
- Le déjeuner (Claude Monet)
Monet, pintor francés (1.840-1.926) y creador del impresionismo.
La obra transmite instantaneidad, transmisión de una vida familiar. Destaca la mesa sin quitar, que nos hace entender que estamos al final de la comida, sin embargo, la figura femenina pasa a un segundo plano.
- Retrato de la madre del artista (James McNeill Whistler)
Aunque Whistler es un pintor estadounidense, realizó la mayor parte de su carrera entre París y Londres.
Es un sobrio y austero óleo sobre lienzo que nos muestra el rigor lineal de la obra. Contagia serenidad y respeto hacia su madre.
- Retrato Van Gogh (Vincent Van Gogh)
Tal y como hicieron otros artistas como Rembradt y Goya, Van Gogh se tomó a él mismo como modelo en varias ocasiones.
La obra está centrada en el rostro, duro y demacrado con ojeras verdes. El tono turquesa del fondo está en contraste con su anaranjado pelo y barba, lo que hace que destaque.
- Llegada del Duque de Alba a Rotterdam (Eugène Isabey)
Pintor, acuarelista y litógrafo francés. Son muy destacadas sus obras marinas y de paisajes, principalmente en la región francesa de Normandía a la que viajaba con frecuencia.
- La cama (Henri de Toulouse- Lautrec)
En esta obra de oleo sobre cartón se ve a dos mujeres en la cama, una imagen llena de ternura y sensibilidad. Las protagonistas son dos prostitutas de uno de los burdeles que frecuentaba el artista. Es una obra muy realista, sin nada de idealización.
En una época en la que la homosexualidad femenina aún no era entendida, parece como si Lautrec quisiera reivindicarlo.
No sé qué os habrá parecido mi elección porque, desde luego, hay muchas, muchísimas más obras maravillosas y, para mí, elegir las cinco favoritas no ha sido tarea fácil.
Si os animáis a una visita por París no dejéis de visitar el Museo de Orsay y contarme con qué obras favoritas os quedáis.
Ha sido un placer volver a recorrer los pasillos de ese magnífico museo con vosotros.
¡¡Muy interesante el blog Rocío!! Buenas fotos y muy completa la información que aportas, se nota que te apasiona viajar y compartirlo 🙂 Disfruta!
Te pongo un link a mi flickr con fotillos varias 😀 https://www.flickr.com/photos/arpon/
Gracias Jesús, ahí vamos pasito a pasito.
¡Me alegra que te guste! 🙂