Porque a todos alguna vez nos han roto el corazón y esos momentos duelen, y mucho. En otras ocasiones, hemos sido nosotros a los que, conscientes o no de la situación, nos ha tocado hacer daño a alguien o quizás mejor expresarlo diciendo que nos ha tocado hacer a esa persona feliz, aunque, en esos momentos, ninguna de las dos partes éramos conscientes de lo que estaba por venir y de que era mejor cerrar esa etapa.
Sea como sea, estoy segura de que a todos los que estáis leyendo esto, en algún momento de vuestra vida, os ha tocado estar, al menos, en alguno de los dos lados y sabemos que son momentos difíciles, donde hay que poner muchas cosas en una balanza y tomar una decisión.
Noviembre es mi mes por excelencia para el amor y la reflexión. La melancolía de la caída de la tarde nos invita a ello. Hay que ir revisando los propósitos que nos marcamos a comienzo de año, los deseos que pedimos a las estrellas fugaces de agosto, los re-propósitos de septiembre… el final de año está a la vuelta de la esquina y tenemos que marcar nuestro destino, así que nada mejor que irnos a reflexionar con nosotros mismos.
Tenemos que evitar lugares tan consagrados al amor como París o Venecia y también otros lugares, como Nueva York o Londres, donde el gentío es tan elevado que el ruido no nos permita escucharnos a nosotros mismos.
5 lugares ideales para pensar
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Cádiz
Cádiz es una ciudad que enamora y eso es justo lo que necesitas en este momento: enamorarte de ti mismo antes de dar ningún otro paso. Dicen que para tomar decisiones no hay que pensar en el momento presente, sino en cómo te gustaría que fuera la situación dentro de diez años. Si no la visualizas al lado de esa persona, déjala que entonces ella sea feliz. Si, por el contrario, ves cómo te gustaría ir envejeciendo y compartiendo etapas de tu vida a su lado, no la dejes escapar. Demuéstrale cuán importante es para ti. Y no valen sólo las palabras que, como dice la canción, “las palabritas se las lleva el viento”. Demuéstrale con actos, hechos y acciones que es la persona con la que quieres compartir el resto de tu vida.
Tómate unos minutos para sentarte sobre la arena de la playa de la Victoria. Mira el mar, el cielo, el sol… Pasea por sus callejuelas admirando su Catedral (Catedral de la Santa Cruz). Échate unas risas en su Gran Teatro Falla escuchando unas comparsas chirigoteras.
Si te entra el apetito no dejes de pasarte por el bar Casa Manteca. Fundada en 1.953, empezó como almacén de ultramarinos con bar al lado, pero al final ha terminado siendo al completo una taberna. Las paredes están llenas de recuerdos de Pepe, su fundador, que fue torero y en los adornos del local se nota. ¡Con el estómago bien lleno se piensa mejor!
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Florencia
Porque la Toscana siempre transmite serenidad y Florencia como capital de la región te la proporcionará. Admirar esos paisajes de viñedos te llevará a tal estado de relajación que verás la decisión a tomar mucho más clara.
Pasear por el Ponte Vecchio, admirar la cúpula de Santa María del Fiore, recorrer los pasillos de la Galería de la Academia, donde se ubica el David de Miguel Ángel, 0 admirar las grandes obras del Museo de los Uffizi, son algunas de las muchas actividades culturales que puedes realizar durante tu escapada a la ciudad originaria del Renacimiento.
Siéntate a tomar una buena copa de vino en la Plaza de la Señoría, la plaza más bonita de Florencia, centro del poder civil de la ciudad y una de las zonas más animadas. Además, si tu visita se realiza durante los meses de noches más calurosas, podrás escuchar a artistas locales que usan esta plaza como su escenario particular.
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Marrakech
Un paraíso en el corazón del África septentrional. Siéntete como un auténtico rey en lujosos y majestuosos hoteles como Le Meridien N´Fis, donde mientras tomas un baño en su piscina puedes disfrutar de un auténtico té moruno.
Y, si después del baño tienes ganas de mezclarte con sus habitantes, sal a dar un paseo por la plaza Jamaa el Fna. Aquí te sorprenderás con domadores de monos, encantadores de serpientes e incluso con dentistas exponiendo las últimas piezas extraídas. Además, por los distintos puestos podrás saborear multitud de zumos a base de naranjas, especias, menta y caracoles.
La Medina de Marrakech, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO, es uno de los lugares de visita obligada. Un laberinto que encierra callejuelas y palacios, mezquitas, cúpulas, minaretes y mercados. Tampoco te puedes perder la madraza de Ben Youssef, palacio de la bahía, palacio Dar Si Said y las imponentes ruinas del palacio Badi.
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Innsbruck
A nivel personal esta ciudad significa mucho para mí. En ella celebré mis 20 años, un año que me marcó un antes y un después. Aprendí cómo un amig@ puede ser mucho más que un amig@ y, da igual que pasen los años y que la vida dé muchas vueltas, o nosotros le demos vueltas a la vida, porque siempre estarán ahí.
Nada mejor que mirar esas imponentes montañas con sus casas de colores o hacer unas bajaditas con los skies mientras no encuentras el final de los Alpes para meditar sobre tus próximos pasos a seguir.
Y para comer, una paradita por Cammerlander Restaurant te hará sentir como en casa a miles de kilómetros. Este increíble restaurante de tapas españolas con vistas a las montañas de los Alpes y al río Inn te permitirá desconectar del ruido de la rutina diaria.
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Lisboa
Esta ciudad portuguesa asentada sobre un antiguo campo volcánico permitirá que con sus desniveles te dé tiempo a pensar. Sus siete colinas hacen que sus calles sean muy características, sirviéndose para sobrellevar esas empinadas cuestas de funiculares y del elevador de Santa Justa.
Bañada por el océano Atlántico, pasea por los alrededores de la praça do Comércio para oler a mar. Esa brisa y el aire decadente que rodea a la ciudad te harán pasar unos momentos de tranquilidad.
No dejes de desaprovechar la ocasión para dar una vuelta por el barrio de Belém. Haz cola para acceder a la pastelería Casa dos Pastéis de Belém, en funcionamiento desde 1.834. Te endulzará las ideas con sus ricos pastéis de nata.
Y si quieres saber más sobre qué hacer o qué visitar en esta melancólica ciudad, pásate por mi post de Disfrutando Lisboa.
Elijas el destino que elijas para pensar y, tomes la decisión que tomes, ¡SÉ FELIZ! Piensa que no hay mal que cien años dure y que no hay mejor decisión que aquella que se toma con el corazón. Nunca niegues la palabra a nadie, ni te llenes de odio. Somos lo que somos por todas las personas que pasan por nuestro camino. Con algunos reímos, con otros lloramos y de otros aprendemos a disfrutar de la vida.
Gracias a todos los que alguna vez rompisteis mi corazón, porque me habéis hecho ser la persona que hoy soy. Y un «lo siento» muy grande a todos aquellos a los que alguna vez lastimé: lo hice con una única intención de que hoy fuerais muy felices, porque vuestra felicidad es la mía.
Y tú, ¿necesitas organizar un viaje para reflexionar sobre tu corazón?
Bravo Rocío! Me ha encantado.
Lo particular desde lo universal, asociar a lugares una emoción concreta, empatizar desde un sentimiento, el viaje interior… Todo un salto cualitativo y el brillo ya de un estilo. Enhorabuena!
Guau! Muchas gracias, no había visto el comentario antes. Tengo varios problemas técnicos en los que me tengo que centrar, pero en cuanto al estilo, me alegro que se vayan viendo los progresos 😉