Ruta de viaje Interrail

Caminando por Uetlinberg

Hace unos meses me tocó preparar y organizar mi primera aventura de viaje Interrail, ¡qué emoción! Tenía muchas dudas y al principio casi que no sabía muy bien por dónde empezar, por eso espero que mi guía Interrail os ayude un poco a los futuros viajeros.

Uno de los momentos que más me gusta de los viajes es cuando elijo el país y empiezo a planear la ruta que seguiré. En este viaje de Interrail, aún era más especial porque recorrer Europa en tren había sido desde hace tiempo uno de mis sueños.

Estaba claro que la parada principal tenía que ser en Celle, Alemania. Ya os expliqué cuál era el motivo principal de hacer el viaje de Interrail (iba a asistir a la boda de dos buenos amigos). Así que tenía que ponerme manos a la obra y planificar la ruta:

Trayecto 1

Barcelona – París

Salir de España en tren es muy fácil desde Barcelona, al igual que lo es salir de España en barco desde este punto, gracias al magnífico puerto de la Ciudad Condal. Ya realicé una vez un crucero por el Mediterráneo que empezaba en Barcelona y ¡estoy deseando repetir!

El trayecto Barcelona-París se puede hacer en los cómodos trenes de alta velocidad en apenas cinco horas. Un camino muy agradable en el que se te pasará el tiempo volando, admirando esos bellos paisajes que se pueden contemplar de la campiña francesa.

Y llegar a París, ¿pues qué os voy a decir? Para mí siempre es una delicia (“oh, la, la”) tocar suelo parisino, porque sí, porque me encanta admirar la belleza de sus edificios, pasear por sus calles, visitar sus innumerables museos o simplemente sentarme a comer y disfrutar de algunas de las incontables recetas de la cocina francesa. París, ya sabes que vuelvo a visitarte cada vez que tengo la más mínima excusa 😊.

Vista de París desde el balcón de mi hotel
Vista de París desde el balcón de mi hotel

Trayecto 2

París – Celle

Con diferencia el día más largo y el que más cansada me dejó, aunque quizás todo se debiera a la no tan estupenda organización que hice de las reservas de los billetes de Interrail.

Como ya os expliqué en la guía de Interrail, las reservas se pueden hacer on line, con un mínimo de días laborales de anticipación, y, si no, tienes que hacerlas directamente en origen, en el país de donde parta el tren.

Como todo el viaje fue organizado unos días antes, sin mucha anticipación por motivos personales varios, no pude reservar on line. Así que en mi día 2, habiendo ya consultado la app de Interrail y sabiendo previamente los horarios de los trenes, me fui temprano a la estación para asegurarme que cogería asiento en algunos de los trenes que, por horario y combinación (tenía que hacer un par de transbordos hasta llegar a Celle), me convenían.

Pero cuál fue mi sorpresa al llegar a la estación y decirme que ¡todos los trenes estaban completos! Cierto, era mitad de agosto, una fecha en la que el número de viajeros se incrementa considerablemente, pero en ningún momento se me había pasado esa opción por la cabeza.

Finalmente, desde la oficina de reservas me dijeron que ellos no podían hacer nada más, no me podían vender la reserva, pero que me fuera al primer tren que me interesara y hablara con el responsable del tren, quizás él sí me podría vender un billete aceptando pagar un suplemento por no haberlo comprado antes.

Allí que me fui corriendo, con todos mis nervios y mi tensión, pues tenía que llegar ese día a Celle, ¡sí o sí! Y, al hablar con el responsable del tren, toda la tensión desapareció. Me dijo que no había ningún problema en subir al tren, pero tenía que pagar un suplemento de 12€ por no tener la reserva anticipada hecha. ¡Puff! Era la mejor de las soluciones que podía encontrar…

Aún así el trayecto fue largo, puesto que con esa solución no se me garantizaba asiento y me pasé algo más de tres horas sentada en esos pequeños asientos que hay en los trenes entre vagón y vagón, ¡aventura máxima!

El trayecto fue largo, como ya os decía, puesto que para llegar allí tuve que hacer dos transbordos, en Frankfurt y en Kassel. Pero al llegar a Celle… ¡objetivo cumplido!

Trayecto 3

Celle – Zürich

Cuando planeaba la ruta, una vez llegada a Celle, el objetivo principal de mi viaje no sabía muy bien como continuarla. Le di bastantes vueltas a la cabeza sobre la idea de hacer alguna ruta por Alemania, pero habiendo vivido cuatro años en Berlín y siendo un país por el que ya he viajado en muchas ocasiones, no me terminaba de convencer del todo.

Luego pensé en Austria, pero se me antojaba demasiado lejos, y me quedaban pocos días más de vacaciones, así que de repente una bombilla se me encendió: ¡Suiza!

Lago de Zürich
Lago de Zürich

Sí, el país helvético siempre se me había ido escapando en mis recorridos, pero en esta ocasión ¡podía ser una gran oportunidad!

No me daría tiempo a recorrer el país a lo Heidi, como tantas ganas tengo de hacer, pero bueno, al menos una primera toma de contacto estaría bien.

Trayecto 4

Zürich – Ginebra

Tras pasar unos días maravillosos en Zürich, era momento de continuar con mi viaje y seguir conociendo Suiza. Después de leer varios posts de viajes que contaban experiencias en Suiza y escuchar la opinión de otros viajeros que ya habían visitado el país, sabía que, para hacerme una idea, no tenía que pasar mucho tiempo en Ginebra.

Así que el día y medio del que disponía sería más que suficiente, por lo que era la opción perfecta. Ginebra no me sorprendió tanto como Zürich, aunque también fue una experiencia muy agradable, pero eso quizás os lo cuento mejor en otro post.

Trayecto 5

Ginebra – Barcelona

Sí, todos los viajes de vuelta me transmiten algo de nostalgia y es una mezcla de sentimientos entre las ganas de volver a casa, con sus comodidades, y las ganas de quedarme en el destino para poder seguir conociendo cosas.

Y, en esta ocasión, no podía ser menos. Tomé el tren que llevaba desde Ginebra hasta Lyon para, una vez allí, enlazar con el tren que me llevaría de vuelta a Barcelona. Aunque me tocaba volver a casa y me quedaba con ganas de ver y conocer más sobre Suiza, ¡habían sido unos días super bonitos! Y, lo mejor de todo, una experiencia en Interrail de lo más gratificante. Y es que lo corroboro una vez más, ¡me encanta viajar en tren!

 

Vosotros, los que aún no tenéis una experiencia Interrail, ¿qué estáis esperando para ir creando vuestra ruta?

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