Spreewald, por la Venecia alemana

En canoa por el Spreewald

Os he contado muchas cosas sobre Berlín pero es que, durante mis cuatro años viviendo por allí, aproveché para conocerme cada rincón, empaparme de su historia, su gente, su aroma… y hoy os quiero llevar a un sitio a las afueras de la capital alemana que estoy convencida que os va a encantar: el Spreewald.

Ya sabemos que la naturaleza es uno de los puntos claves de Alemania y es que no sé si podría decir que rodea a todas las ciudades o más bien decir que las ciudades son un pequeño punto en mitad de la naturaleza. ¡Una auténtica maravilla!

Por la ciudad de Berlín pasan dos ríos, el Havel y el Spree. ¿Y si nos recorremos el Spree en canoa? ¡Esto es posible! Es cierto que no al paso del río por la ciudad, pero sí si nos vamos un poco más a las afueras, aproximadamente a unos 100 km de distancia, en el conocido Spreewald, bosque del Spree.

Este pequeño “bosque” es desde 1.991 reserva de la biosfera por la UNESCO y lo más curioso y divertido es que está formado por unos 200 canales en un área de algo más de 400 Km2, así que muchos denominan a esta zona “la Venecia alemana”.

Esta región está habitada por descendiente de las tribus eslavas de los sorbios, los cuales mantienen su propio idioma (sorbe), costumbres y tradiciones. Es la única minoría étnica que hoy en día podemos encontrar en Alemania y se remonta a los siglos VI y VII cuando numerosas tribus eslavas se establecieron en el entorno a los ríos Elba y Oder.

Casas a los lados de los canales del Spreewald
Casas a los lados de los canales del Spreewald

Aunque se dedican a la agricultura y la pesca, tienen más de dieciocho mil especies de animales, flores y plantas, siendo muy importante el cultivo del pepinillo. Pero, sin embargo, el turismo es su principal fuente de ingresos y de ahí que una de las actividades comerciales más conocidas sea el alquiler de las canoas para recorrer sus aguas. ¡Una actividad que todos los que van a pasar el día por allí disfrutan muchísimo!

Las dos ciudades principales que podemos encontrar en esta área son Lübben, en la zona baja del río, y Lübbenau, en la zona alta. Ambas son ciudades muy agradables para dar un paseo por sus calles y dejarse impresionar por el valor histórico de sus iglesias y sus castillos.

Pero si hemos salido de Berlín porque queremos desconectar, mejor dejar las ciudades para otro día e introducirnos en su “bosque”. No hay nada mejor como recorrerlo en bicicleta, hacernos una ruta de senderismo o incluso, como os decía al principio, ¡subirnos en una canoa y a recorrernos los canales!

Naturaleza pura en el Spreewald
Naturaleza pura en el Spreewald

Por supuesto, con tanto deporte, ¿habrá que hacer alguna parada para comer algo, no? No podéis dejar de probar algunos de los productos más típicos de su gastronomía, como las fresas, los espárragos o, como os decía al principio, los pepinillos en vinagre, ¡deliciosos!

Si no os atrevéis a conducir vuestras propias canoas o no os veis con fuerza para mover los remos, no os preocupéis, igualmente podréis disfrutar de un paseo por sus aguas a bordo de unas barcazas que os llevarán cómodamente mientras disfrutáis de su espacio al aire libre comiendo y bebiendo algo.

Para llegar al Spreewald, se puede hacer cómodamente el camino en coche, dirección sureste desde Berlín, o bien podemos acercarnos a la zona en tren, tomando las líneas RE2 o RE14 (dirección Cottbus). En aproximadamente hora y media nos encontraremos en medio de ese paraíso.

Pero si lo que necesitamos o queremos no es un día de desconexión sino varios días, no os preocupéis, porque esta zona puede ofreceros lo que estáis buscando: levantarte y acostarte en mitad de la naturaleza. El área ofrece varias zonas de acampada libre, así como espacios destinados a las caravanas, donde poder aparcarlas y disfrutar a vuestras anchas. Estos espacios tienen acceso directo a los canales, así que cuentan en sus inmediaciones con lugares donde tomar un barco o canoa para recorrer sus aguas. Además, están preparados con todos los servicios para las necesidades básicas como servicios sanitarios, wifi e incluso algunas pequeñas tiendas donde encontrar aquellos productos diarios tan necesarios como papel higiénico, periódicos, etc.

¿No es un gustazo dejarse llevar por estos verdes paisajes? Y vosotros, ¿a qué estáis esperando para conocer el Spreewald?

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