Se acaba un año y todos empezamos a hacer balance de los momentos vividos. Vamos recordando aquellas risas con amigos a los que hacía tanto tiempo que no veías y que ahora, ¡vaya! Otra vez te parece que hace mucho que no ves. También te acuerdas de esa comida familiar donde tu prima contó que su contrato de trabajo estaba llegando a su fin y cómo todos a una buscasteis las palabras de ánimo para apoyarla. Recuerdas ese día de playa, cuando el mar, por fin, después de tantos días soñándolo, rozaba tus hinchados pies. ¡Ay! ¡Es que esos sueños viajeros son mis favoritos!
Dicen que soñar es gratis y no sólo eso, sino que los soñadores de día somos conscientes de muchas otras cosas que los soñadores sólo de noche, no; o al menos eso decía Edgar Allan Poe.
Y yo soñar de día, sueño, y mucho. Así que mientras otros empiezan a realizar su carta a los Reyes Magos haciendo balance de cómo ha sido su año, yo también lo hago, pero a mi manera:
SUEÑOS VIAJEROS
Enero
El año que dejamos lo comencé con muchas ganas, ilusión y viajes. Y es que FITUR me trasladó en un fin de semana a algunos de los rincones más recónditos del planeta, esos destinos que parece que los acaban de colocar por primera vez en el mapa. ¡Y eso que no sabía que el nuevo viajero ya estaba preparando su maleta!
Este año quiero comenzarlo viajando con él y quiero volver a mis raíces, para que él sepa quién soy, de dónde vengo y por qué soy como soy. ¡Sevilla, te tengo muchas ganas y estoy deseando enseñártela!
Febrero
2.018 me regaló uno de los meses de febrero más bonitos de toda mi vida, como ya también lo hizo unos años atrás. ¿Quién dijo que febrero es frío, gris y triste? Empiezo a pensar que se está convirtiendo en uno de mis meses favoritos del año, aunque para viajar ya siempre lo fue.
Así que al nuevo febrero le pido cumplir uno de mis sueños viajeros: ¡Oporto! Espero que en esta ocasión tengamos de verdad el placer de conocernos, porque te estás haciendo de rogar y mucho y, ¡yo estoy deseando de verte la cara! Anda, ¡dime que tú a mí también…!
Marzo
¡Bendita primavera! Como la espero año tras año con esa ilusión. Con la emoción de quitarme el abrigo y coger la chaqueta, de ver que son las cinco, las seis e ¡incluso hasta casi las siete y aún no hay que encender las luces!
Aunque a veces tú no me recibas como a mí me gustaría. Como el año pasado, que me esperabas en La Axarquía con frío, viento y lluvia. ¡No me falles este año, marzo!
Y ya que hoy estoy aún más soñadora que de costumbre, me pongo a soñar y soñar… ¿Y por qué no me llevas a conocer algún Carnaval de los muchos que hay por el mundo? Acepto los que están más cerca; los que están más lejos, me da igual pero, ¡que haya disfraces, por favor!
Abril
Me sorprendiste este año llevándome a Lyon, ¡fue todo un acierto de última hora! Esta ciudad francesa me cautivó por completo y sus quesos y sus vinos hicieron a mi paladar disfrutar de un gran fin de semana.
Este año puedes también sorprenderme con alguna escapada de última hora, un fin de semana de esos que cargan pilas, ¿nos vamos a Zaragoza? ¿O qué tal una escapada por los pueblos de la sierra gaditana? ¿Y si nos vamos a la costa de Huelva? Venga, anda, que me hago la sorprendida…
Mayo
¿Sabes que hace muchos años que fui a Tarragona? Durante el imperio romano fue una de las principales ciudades y de hecho está considerada como Patrimonio de la Humanidad por el conjunto arqueológico que allí aún a día de hoy se encuentra.
Ahí te lo dejo.
Junio
No hace falta ni que te recuerde que este año me pasé todo el mes pendiente del teléfono y con la página de renfe abierta porque una cosita muy bonita estaba apunto de nacer y ahí que estaba su tita con la maleta lista para salir corriendo en cuanto él me llamara. Pero no, pasó junio y su llamada no llegó hasta un par de días más tarde.
Como este año hay un par de buenos puentes en junio… ¿me puedes llevar con esa cosita tan bonita a Menorca o Formentera? ¿Y por qué no a Bilbao?
Julio
¡Tenemos que celebrar su primer cumple!
Así que aquí lo tengo bastante claro, no me inventes nada, no me pongas excusas, no me digas que ahora no puede ser, ¡me quiero ir a la costa gaditana!
Agosto
Es el mes de las vacaciones por excelencia y, aunque prefiero viajar en otras fechas, mi ruta interrail no estuvo nada mal.
Pero, ¿y si este año me dejas disfrutando del Mediterráneo?
Septiembre
Ahora sí, aquí es cuando llega mi gran sueño viajero para este nuevo año. ¿Brasil? ¿Perú? ¿Argentina? ¿Uruguay? ¿Chile? Cruzando dedos… 😊 ¡Lo dejo en tus manos!
Octubre
Del octubre este año no me puedo quejar, porque llegó el gran viaje de mi vida. ¡Vámonos a celebrar su primer año dónde tú quieras! Por ejemplo, ¿Berlín? Tenemos tanto por enseñarle…
Noviembre
Siempre ha sido, junto a febrero, mis dos meses favoritos del año para viajar.
Pero este año, no sé con qué destino soñar… Estoy convencida de que 2.019 me va a sorprender mucho más de lo que puedo imaginar. Me rindo, ¡noviembre no tengo capacidad para soñar contigo!
Diciembre
La familia y los amigos de toda la vida hacen su gran llamada en este mes. La navidad es tiempo de reencuentros, momento de amor, de contarnos cómo ha ido el año y hacer balance y pensar en los propósitos para el año nuevo. Y, por supuesto, de continuar con las buenas tradiciones.
Y yo aquí seguiré el año que viene, con muchas más ganas e ilusión, si cabe, porque viajar y cambiar de lugar revitaliza la mente.
Sevilla y una adoptiva sevillana siempre os dará la bienvenida.
ole, ole!!