La Semana Santa está a la vuelta de la esquina. Una fecha muy esperada por muchos, sobre todo en sitios donde esta fiesta tiene grandes tradiciones como es Andalucía. Son muchos los costaleros y nazarenos que esperan con ansia para realizar su acto de penitencia. Pero al mismo tiempo, son muchos los que esperan con anhelo esta fecha para endulzar sus paladares con ricas recetas como las torrijas.
¿No sabéis que son? ¿Qué no las habéis probado? Pues ya os podéis ir poniendo delantal y meteros en la cocina porque os traigo una receta a la manera tradicional y muy sencilla.
Ingredientes:
- Pan cortado en rebanadas. Podemos aprovechar los ya preparados pan de moldes del supermercado, que tienen un tamaño y viscosidad perfecto
- 1 litro de leche
- 2 huevos
- Azúcar
- Canela en rama y en polvo
- Limón
- Aceite de oliva
- Miel
Pasos:
1º.- Calentar la leche (sin que hierva) junto a 5 cucharadas soperas de azúcar, la cáscara de un limón y una rama de canela.
2º.- Batir los huevos y dejarlos reposar aparte.
3º.- Cuando la leche está tibia, ir mojando las rebanadas en la leche. ¡Pero atención! Sólo humedeciéndola con la leche, nada de dejarla empapar en leche como dicen algunas recetas que, si no, se rompen.
4º.- Pasar las rebanadas ya empapadas en leche por los huevos batidos y freír en aceite que ya hemos calentado anteriormente.
5º.- Espolvorear el pan ya frito por una mezcla preparada de canela molida y azúcar. También existe la posibilidad de endulzar el pan frito pasándolo por miel en almíbar. Para ello tendríamos que mezclar la miel con agua y calentar a fuego lento hasta que llegue a hervir.
Con ese preparado, ya estaría listo para pasar las rebanadas por ahí y ¡listo para servir!
¿Qué os ha parecido la receta? ¿A que es muy sencillo? ¡Os aseguro que están riquísimas!
Si no estáis de humor para cocinar o la cocina no es lo vuestro, no tenéis por qué dejaros de endulzar el paladar con unas ricas torrijas andaluzas. Si estáis de paso por Sevilla, os recomiendo que no dejéis de probarlas en la confitería La Campana, uno de los lugares pasteleros más emblematicos de la ciudad. Esta confitería, fundada en 1.885, se encuentra en un enclave estratégico del casco antiguo de la ciudad, siendo además en estas fechas de Semana Santa un lugar privilegiado en el recorrido oficial de todas las hermandades que hacen estación de penitencia. Así que no hay excusas para hacer una parada y probar sus ricas torrijas.
¡Que las disfrutéis!