Ya estoy con la cuenta atrás, ¡en unos días me marcho de vacaciones! Qué ilusión me hace que mi último mes del año empiece así. Me parece una muy buena señal de que el año no ha sido tan malo y de que después de tanto trabajo me llega una gran recompensa 😊
Lo mejor de todo, al menos para mí en esta ocasión, es que me marcho a un sitio de sol, calor y puedo olvidar por unos días el abrigo y las botas y volver al bikini y las sandalias.
En estos días previos a la marcha, siempre se nos aglutinan un montón de tareas, tanto en casa como en el trabajo y, aunque intento llevarlas con buen ritmo gracias a mi lista de 20 cosas que hacer antes de salir de viaje, hay un tema que en esta ocasión se complica un poco: estamos en invierno, pero tengo que hacer una maleta para clima de verano. Pero no os preocupéis, aquí os traigo una serie de consejos para que esta tarea sea de lo más fácil:
-
Consultar el tiempo en destino
Como ya os he dicho en alguna ocasión anterior, lo primero, antes de salir de viaje, es siempre consultar la previsión del tiempo. Por supuesto que no será perfecta al 100%, pero ya nos dará una idea sobre qué temperaturas vamos a encontrarnos.
Yo siempre acudo a consultar a la agencia estatal de meteorología o a webs como AccuWeather.
-
Actitud
Una vez que sabemos sobre qué temperaturas rondaremos, especialmente en nuestro destino de verano para saber si por la noche las temperaturas bajarán como para tener que usar chaqueta, hay que poner actitud. Así que pon la música que escucharás en destino (o que crees que escucharas en destino), abre la maleta vacía, cierra los ojos e imagínate allí.
-
Recuerdos
Un buen ejercicio que a mí siempre me funciona para hacer una maleta de verano es recordar mis últimos días de verano: con quién los pasé, dónde, con qué me sentía más cómoda, que me hizo volver a casa con dolor de pies, el bolso it que fascinó a todas mis amigas… así es mucho más fácil saber por dónde empezar.
-
Imprescindibles
Como vamos a un destino de sol y playa, ya sabemos que hay unos imprescindibles que no podemos olvidar, como son la crema de protección solar, un sombrero, gorro o pañuelo, gafas de sol, crema hidratante para después del sol “after sun”, sandalias y/o zapatillas para la playa y la piscina, así como kit completo de relax: bolsa donde llevar la toalla de baño, un buen libro para las horas de descanso y unos cascos para alternar con música o unos entretenidos podcasts. ¡Por supuesto no podemos olvidarnos del bikini o bañador!
-
Practicidad
Si hay un adjetivo que me describe a la perfección es ése. De verdad, sigue este consejo: no cargues tu maleta de cosas que ya sabes que no te vas a poner: porque, en verdad, no te gustan; porque no combina con ninguno de los outfits que llevas; porque estás cansada de aparecer en todas las fotos con lo mismo… ¡Simplifica tu maleta!
-
Orden
Si no quieres empezar a volverte loco/a a la hora de meter las cosas en la maleta o si no quieres que al llegar al destino las camisetas, faldas, y pantalones que lleven no combinen entre ellos o con los zapatos que llevas, ve poniéndolo todo encima de la cama, así podrás ir viendo mucho más fácilmente las opciones que tienes, cuántos días vas a estar en el destino y la ropa que realmente vas a necesitar para esos días. Una recomendación importante: ten en cuenta que, en estos destinos de sol y playa, siempre hay algo que se te antoja y acabas comprándote.
-
Doble uso
Para no ir cargando con tantas cosas, ya os he dicho que hay que ser prácticos y simplificar la maleta. Así que piensa en opciones que puedas utilizar con un doble uso. Por ejemplo, un bañador se puede convertir en un body o un camisón, que puede hacer la función de un sensual vestido para tomar unas copas en la terraza del hotel a la luz de la luna, bien acompañados, o bien podemos encontrar allí el acompañamiento 😉
-
Lista de última hora
Hay objetos que no podrás coger hasta minutos antes de salir de casa, especialmente artículos de aseo, como el cepillo de dientes, crema hidratante, desodorante, o cosas de tecnologías como el cargador del móvil o el libro electrónico. Sea cuales sean tus objetos de última hora, para que no se te olvide nada con las prisas de ir corriendo al aeropuerto, haz una lista los días de antes y ponla cerca de la puerta. Así podrás comprobar que llevas todo contigo antes de salir de casa.
-
Ropa de abrigo
Es cierto, nos vamos buscando un clima de verano, pero nos tocará volver, así que, si no queremos que nos pille por sorpresa a la bajada del avión después de unos días alucinantes y deseosos de lucir bronceado, que no se te olvide llevar una prenda de abrigo para el camino de vuelta a casa. Además, también puedes incluir un pañuelo de cuello. Los cambios de temperatura en los aviones hacen que nuestra garganta se resienta, y no queremos caer enfermos con lo deseoso que estamos de contar a todos cómo han sido nuestros días de invierno en un clima de verano.
-
Disfruta
Sin lugar a duda, es el consejo más importante que puedo daros. Si se te olvida algo, pues no pasa nada, ya encontraremos en nuestro destino la forma de solucionarlo, pero ¡son tus soñadas vacaciones! No te tortures, no dejes que una camiseta olvidada en casa estropee el esfuerzo y trabajo de todo un año.
Y ahora con todo listo, ¡nos vamos de vacaciones! Y tú, ¿ya tienes tu maleta hecha?