Al poco tiempo de conocer la gran noticia de que un nuevo viajero nacía dentro de mí, numerosas y variadas preguntas se agolpaban en mi cabeza.
Una de las que más me preocupaban era: ¿podré seguir viajando con un bebé?
Recibía comentarios y explicaciones provenientes de diferentes fuentes y con muy diferentes argumentos. Algunos eran los que decían: “¡Buah! Olvídate de viajar, ahora tienes que centrarte en otras tareas” mientras que otros me decían: “¡Una nueva forma de viajar se avecina!” Y es que estos últimos no estaban equivocados.
Mi pequeño nuevo viajero apenas tiene dos meses de vida, pero ya sabe, o mejor dicho, yo ya sé, cómo viajar con él en tren.
¿Qué hace falta para viajar con un bebé en tren?
Lo más importante son las ganas de viajar por parte de sus papás, porque hará falta una buena dosis de paciencia.
Mi pequeño viajero no se conformó viajando en cualquier tren, si no que eligió un tren AVE de Renfe para realizar el trayecto Barcelona- Sevilla. El viajé dura algo más de cinco horas y os puedo asegurar que se pasó muy, pero que muy rápido.
¿Servicio Atendo?
Renfe tiene un fantástico servicio, Atendo. Este servicio gratuito permite a todos los viajeros con problemas de movilidad o discapacidad poder realizar su viaje de la manera más cómoda y accesible posible.
Ya que iba con un par de maletas, carrito de bebé y bebé, y que tan solo tengo dos manos, todo se complicaba un poco. Pero el personal que está a cargo de este servicio te ayuda con toda la amabilidad a colocar tu equipaje en el lugar indicado y a que quedes sentada en tu plaza reservada con tu bebé.
Este servicio, como os digo, es gratuito, y puedes reservarlo en el momento de la compra del billete. Un día antes se pondrán en contacto contigo a través de SMS para indicarte que llegues al Centro de Servicios al Cliente aproximadamente media hora antes de la salida de tu tren.
¿Qué hago con el carro del bebé?
Lamentablemente en el tren no hay un espacio reservado para dejar los carros. Es más, los carros modernos de hoy en día ni siquiera caben por los pasillos del AVE. Así que tenemos un pequeño problema. El capazo tiene que quedar lo más recogido posible y el chasis plegado. Ambas partes las podremos dejar colocadas en la zona destinada a las maletas.
Concretamente en mi caso, cuando llegué al tren, la zona habilitada para las maletas ya estaba completamente llena y el chasis de mi carro (Bugaboo Fox) no cabía en la parte superior de los asientos, donde también se colocan maletas. Pero no hubo problema, porque encontré una buena solución: el chasis plegado y colocado entre el primer asiento y la pared en el vagón de preferente (tienen un espacio mayor a los situados en los vagones de turista). Con el capazo no tuve ningún problema, ya que lo plegué y lo coloqué encima de unas maletas situadas en el espacio de las maletas.
¿Dónde y cómo viaja mi bebé?
Tu bebé es fundamental que tenga billete. Esto quiere decir que cuando vayas a hacer la compra tienes que indicar que viajas con un adulto y un niño menor de cuatro años, sin ocupar plaza. El precio del billete será de 0€, pero igualmente tendrá su billete.
Eso sí, el bebé no puede ocupar plaza y durante todo el recorrido tendrá que ir encima del adulto en el regazo o paseando por el tren en brazos. ¡Cómo me gusta ver un tren lleno de bebés y niños!
¿Difiere mucho de viajar sola a viajar con bebé?
Bueno, no os quiero engañar, así que os tengo que decir que sí, que varias diferencias hay.
En primer lugar, os diría el hecho de hacer la maleta. No es lo mismo viajar sola, que haces la maleta en cinco minutos, que preparar tu maleta y la de un bebé. No te puedes olvidar los pañales, las toallitas, las gasas, los bodys, la ropita, los leotardos… Y por supuesto, no te puedes olvidar, que además de preparar su maleta, tienes que llevar otra pequeña maleta a mano, porque en el trayecto del tren tu bebé tendrá que comer, dormir y hacer pipí y caca, así que, puede que necesites pañales, toallitas, gasas e incluso si ha habido algún que otro escape, necesitarás un recambio de body, ropita, leotardos…
Otra gran diferencia la encontré en el camino a la estación del tren. Antes salía de casa con el tiempo justo porque sabía que daba una carrerita y llegaba sin problemas a la hora para coger mi tren, pero ahora todo cambia. Por un lado, si optas por la comodidad y la ayuda del servicio de Atendo, como os dije anteriormente, tienes que estar en el Centro de Servicios al Cliente media hora antes de la hora de la salida de tu tren. Y, si no optas por esta ayuda, igualmente tendrás que salir de casa con tiempo porque lo de dar una carrera se complica un poco cuando vas con el carro, el bebé y las maletas.
No puedo negaros que quizás la mayor diferencia esté en el trayecto del tren. Antes tenía costumbre de aprovechar el trayecto para leer, tomar notas, contemplar el paisaje y este viaje fue bien distinto. ¡Pasé todo el trayecto con mi bebé en brazos! Y esto sí que es una auténtica diferencia, pero, lo mejor de todo, ¡rd que me encantó! Disfruté como nunca había imaginado que disfrutaría un trayecto en tren. Ver cómo podía seguir viajando con mi bebé en brazos me hizo darme cuenta de que los límites no existen, simplemente nos los ponemos nosotros. Y me di cuenta de que me quedaban muchos kilómetros por recorrer y aún más alucinante que todo eso, ¡me quedaban muchos kilómetros por recorrer junto a mi bebé!
Así que vosotros, ¿a qué esperáis? ¿Os animáis a viajar en tren con vuestros bebés? ¿Quién dijo que no se podía viajar con bebés?